
Prometimos terminar de perfilar aquello que nos faltaba, o al menos casi todo lo que era necesario completar, habida cuenta la dificultad para conseguir imagenes e informaciones sobre lugares que a buen seguro existieron, por lo que para ello nos pusimos en movimiento. Sabemos que todo es mejorable, pero que también sigue resultando algo original en la temática sevillana a nivel de la web.



DESDE LA FERIA DE ABRIL HASTA LA ORILLA DEL PASEO DE LAS DELICIAS.
En el verano, imaginen unos meses de julio y agosto que presentaban noches sin apenas lugares de diversión, salvo el cine estival ( ya en decaimiento ), y poco más. Calles vacías los fines de semana y quienes no gustaban o no podían irse de playas, por fin encontraron sitios donde pasarlo bien.
En 1986, el Ayuntamiento cedió algunos terrenos del Real de la Feria de Abril orientados a la colocación de disco pubs y chiringuitos. Aquel experimento tuvo continuidad en los dos años siguientes: El proyecto se llamó Costa Guadalquivir, y que en 1987 contaba en principio con ocho chiringuitos dispuestos en línea recta a la Avenida Ramón de Carranza: La Haima, Lunas, Cocos, La Jungla, Huracán, Eleven, ¿ Dónde Vamos ?, ¿ Dónde vas ?. La noche estival de los jóvenes sevillanos, por fin se trasladaba al aire libre, por lo que aquellos disco bares tuvieron una gran aceptación y afluencia en aquel verano de 1987.
Pero el 88 fue el gran año de los chiringos de la Feria - al menos en su ampliación -, puesto que el Ayuntamiento concedió nada menos que 19 licencias; no obstante, la afluencia del público se redujo al final ostensiblemente: Por una parte, el Consistorio insistía en prohibir que se bailara; por otra, la tranquilidad quedó en entredicho debido a la proliferación de delincuentes que vivían en algunos asentamientos cercanos. Finalmente, la aparición de otro lugar lúdico en paralelo a este, conocido como La Costa de las Delicias, dividió en dos partes el grueso de la movida nocturna sevillana.
numerosas quejas sobre el alto volúmen del sonido, parece ser que fueron causas aparentes para que aquel vergel de auténtico lujo desapareciera, puesto que a partir de 1990 quedaron muy reducidos y el encanto se perdió. Atrás quedó un verano en que tanto la jet set local como el resto de la sociedad sevillana que acudió a estos disco bares recordará un agradable y original verano a la orilla del río.
Sí...han pasado los años, pero aquella Sevilla, a pocos años de comenzar a masificarse y luego globalizarse, daba espacio para que, en la intimidad de un contorno a la intemperie, existiera aquel rincón oculto, abandonado, salvaje y recoleto, donde pasaron cosas que nadie supo ni vio, excepto tú y alguien más que iba contigo. Por eso, para tí, que viviste aquello, que sabes que la evocación jamás volverá, dedicamos especialmente esta pequeña caja de recuerdos.
EPÍLOGO: REMATANDO EL CENTRO
La noche en nuestro blog sevillano se acaba, no sin antes dejar en el tintero de los sueños pasados el selecto mundo del jazz: aquel mítico Blue Moon de José Antonio Maqueda, o el Be Bop de la calle Sol, el Acuarela de la Alameda de Hércules, el Tartufo de Ramón y Cajal, Violonchello Jazz en Sales y Ferré o los conciertos en la imperecedera Carbonería. Clarinetes, trompetas, saxofones, pianos, bajos, contrabajos, vibráfonos, flautas y demás instrumentos, tuvieron un pequeño espacio en el voulebard hispalense de los años aquellos.
Importante fue la entrada de Sevilla en esa escena:

El Festival Internacional de Jazz de Sevilla, comenzó en 1980, inaugurando la década. A través de la Diputación de Sevilla y de la Fundación Pública Luis Cernuda, se celebró en el Polideportivo de Chapina durante los días 28, 29 y 30 de noviembre de aquel mismo año. Recordemos que las actuaciones corrieron a cargo de Stephane Grappelli Quartet; Hank Jones, Ray Brown y Roy Haynes; Johnny Griffin Quartet; Kai Winndinng Quartet; Dannie Richmond Quintet; Frank Foster Quartet; Carlos Gonzálbez Quartet; Quinteto Ancrusa; F. Teo Gómez Quinteto. Entre otros escenarios del Festival en los 80, estuvieron: Polideportivo de Arquitectura ( 1981, 1983, y compartido con el Patio de Banderas en 1982 ), Solar de la Maestranza en 1984 ( donde hoy está el teatro ), el Cine Andalucía (1985 y 1986), el Palacio Municipal de Deportes ( 1987 y compartido en 1988 con el Patio del Rectorado y en 1989 con el Lope de Vega).
Hemos visto como la mayor parte de espacios relacionados con el jazz estaban por el centro de la ciudad. Pero aún nos quedan algunas discotecas y lugares de copas establecidos, los cuales tuvieron su tiempo y su moda. Si en el anterior reportaje mencionamos la discoteca Centro´s, ahora también añadimos otras dos: el 2ama2, en la calle Antonia Díaz, y la Discoteca Arenal, en el número dos de Federico Sánchez Bedoya; y muy cerca, el Rincón El Pali de la calle Arfe.
Finalizamos el dossier, recordando otras dos discotecas, en esta ocasión ubicadas en la Ronda de Capuchinos: el Disco Pub Sabana y la Free Way, ambas abiertas en 1989, aunque la última de ellas continuó algunos años más que la primera, que dicen llegó a convivir con otra mítica sala, ya de los 90: la Fábrica de Colores.
Con un hasta la próxima, dejamos las noches de aquellos creativos 80, en vías de que más adelante aparezcan nuevas lecturas que, como de costumbre, reservamos para una posterior sorpresa.
Importante fue la entrada de Sevilla en esa escena:

El Festival Internacional de Jazz de Sevilla, comenzó en 1980, inaugurando la década. A través de la Diputación de Sevilla y de la Fundación Pública Luis Cernuda, se celebró en el Polideportivo de Chapina durante los días 28, 29 y 30 de noviembre de aquel mismo año. Recordemos que las actuaciones corrieron a cargo de Stephane Grappelli Quartet; Hank Jones, Ray Brown y Roy Haynes; Johnny Griffin Quartet; Kai Winndinng Quartet; Dannie Richmond Quintet; Frank Foster Quartet; Carlos Gonzálbez Quartet; Quinteto Ancrusa; F. Teo Gómez Quinteto. Entre otros escenarios del Festival en los 80, estuvieron: Polideportivo de Arquitectura ( 1981, 1983, y compartido con el Patio de Banderas en 1982 ), Solar de la Maestranza en 1984 ( donde hoy está el teatro ), el Cine Andalucía (1985 y 1986), el Palacio Municipal de Deportes ( 1987 y compartido en 1988 con el Patio del Rectorado y en 1989 con el Lope de Vega).
Hemos visto como la mayor parte de espacios relacionados con el jazz estaban por el centro de la ciudad. Pero aún nos quedan algunas discotecas y lugares de copas establecidos, los cuales tuvieron su tiempo y su moda. Si en el anterior reportaje mencionamos la discoteca Centro´s, ahora también añadimos otras dos: el 2ama2, en la calle Antonia Díaz, y la Discoteca Arenal, en el número dos de Federico Sánchez Bedoya; y muy cerca, el Rincón El Pali de la calle Arfe.
Finalizamos el dossier, recordando otras dos discotecas, en esta ocasión ubicadas en la Ronda de Capuchinos: el Disco Pub Sabana y la Free Way, ambas abiertas en 1989, aunque la última de ellas continuó algunos años más que la primera, que dicen llegó a convivir con otra mítica sala, ya de los 90: la Fábrica de Colores.
Con un hasta la próxima, dejamos las noches de aquellos creativos 80, en vías de que más adelante aparezcan nuevas lecturas que, como de costumbre, reservamos para una posterior sorpresa.