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lunes, 28 de mayo de 2012

La Plaza de la Magdalena (II): Aquellos palacios

Continuamos con la segunda parte dedicada a la Historia de la Plaza de la Magdalena, lugar este en el que se llegaron a ubicar diversas casas-palacio que embellecieron y dieron esplendor al entorno, hasta que a partir de la década de 1960 comenzaron a ser derribadas como consecuencia de una especulación desmesurada e ilimitada, auspiciada por continuos planes urbanísticos que rompieron lo valioso y lo tradicional, sustituyéndolo por lugares y construcciones de un altísimo valor impersonal. Hoy en día, salvo alguna mínima excepción, sólo quedan recuerdos de lo que allí hubo, olvidados en las hemerotecas; viejos papeles y fotografías de un pasado irrecuperable.

En la postal a color de abajo, tal vez de a principios del Siglo XX, vemos el Grand Hotel de París, edificio que convivió junto al del Hotel Madrid o las casas del Marqués de Aracena y de la familia Robledo:



I ) CASA-PALACIO DEL MARQUÉS DE ARACENA:


Construido en la segunda mitad del siglo XIX, se asentaba en la fachada este de la plaza, comunicando a la calle Murillo (donde recientemente estuvieron las tiendas Springfield y Milano, mas el tramo donde se halla la Caja Rural, para mejor información del lector), Pedro Campaña y Santa Justa (la callecita estrecha que desemboca a San Pablo). Los primeros residentes de la casa pertenecían a la familia Conde Luque, para, posteriormente, ya en el pasado siglo, pasar a manos de las sagas González Abreu y Sánchez Dalp; figurando entre la última de ellas Francisco Javier Sánchez Dalp y Marañón, el Marqués de Aracena. Sin duda, la imagen nos traslada a un tiempo cercano a su demolición: 1966, año en que Félix Moreno de la Cova sucedió a José Hernández Díaz en la Alcaldía de la ciudad. Pese a todo, el edificio se hallaba en un estado aceptable, pero fue vendido a una inmobiliaria sin oposición alguna. Observen la preciosidad de la construcción, mezclándose la sobriedad con el clasicismo, de signo decimonónico. En el margen de la derecha, la también desaparecida Casa Robredo, junto al Callejón de los Pobres; mientras que a la izquierda se atisba parte del edificio conocido como Cabo Persianas.



II ) EL GRAN HOTEL DE MADRID

Otro de los emblemáticos edificios colindantes a la Plaza de la Magdalena, fue el Gran Hotel de Madrid., que se asentaba justo entre Méndez Núñez, Ciriaco Pacheco, San Pablo y Moratín. Construido en las primeras décadas del Siglo XIX, fue pionero en el sector hotelero, llegando a ostentar mayor antiguedad que el mismísimo Hotel Inglaterra (1857). Lugar en el que se hospedaban las clases altas y burguesas, y donde también se entablaban tertulias taurinas y deportivas, celebrándose asimismo fiestas y acontecimientos. Disponía de una dotación de doscientas habitaciones y demás dependencias. La riqueza existente en el edificio era extraordinaria, poseyendo azulejería del XVIII y XIX, superficies de mármol o deslumbrantes yeserías. Un auténtico lujo para los sevillanos que duró más de cien años.

Diversas dependencias del Gran Hotel de Madrid, imágenes pertenecientes a fotopostales: 1) Comedor principal, decorado mediante azulejos del XVIII, artesonados de madera de gran calidad, yesos, etc. 2) Entrada a la escalera principal. Observen la belleza de los arcos enriquecidos con molduras. 3) Gran patio central, uno de los cinco patios existentes, techado con una cristalera, rodeado por arcos y con una exuberante vegetación. 4) Salón de la Serre. Poseedor de un mobiliario exquisito y muy ornamentado. El "horror vacui" era una tendencia que se aplicaba en este magnífico hotel:

A finales de 1967 el Hotel Madrid cerró sus puertas y fue demolido en 1971 para que en su lugar se izase el edificio de la firma comercial Galerías Preciados (hoy Corte Inglés), como segundo almacén de la misma empresa en la zona de la Magdalena, ya que el primero (también del Corte Inglés hoy en día) fue construido en 1959 a cambio de derribar toda una manzana de edificios, incluyendo el  del Hotel de París. Abajo, el Hotel Madrid poco antes de su destrucción:

En la próxima entrega finalizaremos este dossier acerca de la Plaza de la Magdalena y del entorno desaparecido, algo que jamás debió suceder pero que gracias a los intereses especulativos y económicos que imperaron en la Sevilla de aquellos años, enmedio de la dictadura, difícilmente se pudo evitar.









martes, 15 de mayo de 2012

Plaza de la Magdalena ( I ): Callejón de los pobres

LA PLAZA DE LA MAGDALENA ( I ): EL CALLEJÓN DE LOS POBRES

Sevilla. Hasta el siglo XVIII hubo poquísimas plazas en nuestra ciudad, las cuales hasta el siglo siguiente debido a que la política de los ensanches y de derribos comenzaron a proliferar. En concreto, la Plaza de la Magdalena fue el resultante de la demolición de la iglesia que daba el nombre a la plaza en tiempos de la invasión francesa, en 1810, pero que muy anteriormente a todo ello, ocupaba una antigua mezquita anterior al siglo XIII. Pese a que el templo magdaleno comenzó a reedificarse, en 1842 se derribó lo construido, dando lugar a la plaza como tal.

Abajo, en primer término, Plano de Olavide, de 1771. Podemos apreciar, en la parte izquierda la antigua Iglesia de la Magdalena, y, abajo, el desaparecido "Callejón de los pobres", lugar que ahora ocupa el pasaje de Josefa Reina Puerto.

En 1844 se procede a la inauguración oficial de la Plaza, año aquel en que se construyó una fuente en mármol blanco de trazado muy heterogéneo. Más adelante, en 1866 la Plaza fue rotulada "Pacífico", en conmemoración a la campaña sostenida en aquellas aguas por la Armada. Desde 1928 se llamará Plaza del Calvario. A partir de 1931 ante el advenimiento de la II República, volvió a denominarse nuevamente "Plaza del Pacífico". Desde 1936 hasta 1980 se llamaría "General Franco", hasta que a partir de este último año vuelve a ser conocida como "Magdalena".

A partir del mediodía del Siglo XX, como bien es sabido, nuestra ciudad fue víctima de horrendos atentados urbanísticos que atacaron el espacio tradicional del Cascos Antiguo. La Plaza de la Magdalena no fue ajena a esta destrucción, perdiéndose edificios como la casa palacio donde estaba el Hotel París (construcción decimonónica sustituida por los antiguos comerciales anexos de Galerías Preciados - anexo Corte Inglés actual-), la también  casa del Marqués de Aracena de la esquina de Murillo, o hasta la casa palacio en la esquina de Méndez Núñez donde se hallaba el Hotel Madrid, entre otros. Estos y otros elementos, serán tratados a través de distintos bloques que dedicaremos a la zona de la Plaza de la Magdalena sevillana, un entorno que halla un claro paralelismo con la zona de la Plaza del Duque, en lo referente a los crímenes perpetrados en la Sevilla -como diría el ilustre José María de Mena- que se nos fue.


EL CALLEJÓN DE LOS POBRES


Otro de los asuntos que con el paso de los años ha quedado en el olvido, fue el derribo del antiguo Callejón de los Pobres; lugar que comunicaba la Magdalena con San Eloy -mapa de arriba-. Abajo, imagen de la Plaza del Pacífico, tomada de una fotopostal tal vez de principios del Siglo XX. Todavía quedaba mucho para que derribasen las casas palacios de alrededor, entre las que destacaba por su amplitud el Grand Hotel de París. En el extremo derecho, el Grand Hotel de Madrid. El callejón de los Pobres, a la izquierda:

Popularmente, el Callejón de los Pobres, era así denominado porque muchos indigentes y mendigos acudían a los cartujanos para que éstos les dieran limosnas en sus horarios para ello; por lo tanto, el lugar solía ocuparse por los pobres. Ya en 1950, algunos sectores estaban por la labor de destruir el callejón, como por ejemplo esta nota que hemos encontrado del diario ABC, en la que el ensanche de San Eloy era calificado como de "indispensable". Juzguen ustedes mismos:
Abajo, imagen del mismo espacio antes de su demolición, sucedida en 1978, como consecuencia del Plan Urbanístico denominado entonces PRICA, que no pudo resistir la tentación. Junto al Callejón de los Pobres  ( ya conocido como calle Josefa Reina Puerto) también cayeron por la piqueta los tres edificios anexos pertenecientes a los siglos XVIII y XIX, dando lugar no sólo al Pasaje de Josefa Reina Puerto, sino también a los edificios interiores y laterales de viviendas y oficinas. El daño ya se había consumado.
En la próxima entrega, continuaremos informando con nuevos reportajes acerca de la zona de la Plaza de la Magdalena y alrededores, lugar que fue una víctima más de la especulación inmobiliaria de la forma más vil, desafortunada y demás adjetivos que le pongan.